676 471 430

Para obtener resultados impecables en carpintería, antes de implementar cualquier barniz sobre la madera, es imprescindible lijar bien. La superficie debe recibir un trato acertado, para mejorar su suavidad y la calidad de sus detalles.

Es por eso, que se debe utilizar un tipo de lija adecuada, que no afecte agresivamente a la madera.

¿Cuál es la lija para barniz?

En términos generales, se habla de las lijas cuyo calibre va de 100 a 120. Incluso también se recomienda hacer uso de las establecidas entre 150 a 180. Una vez se ha logrado suavizar en gran medida la superficie, si se desea obtener una suavidad extra, se recomienda hacer uso de lijas de categoría 200 a 400.

Todo depende del resultado final, ya que si se trata de una obra artesanal o la fabricación de un mueble, en el caso de los adornos, se suele implementar lijas de tipo 400. Si se trata de una región extensa de madera, entonces lo ideal es usar las de categoría 150. Así, el trabajo en estas regiones es más homogéneo y menos fatigante.

¿Para barnizar madera hay que lijar?

Sí, es más que necesario que una superficie sea lijada antes de implementar un barniz. Esto se debe a que una superficie de madera bien lijada, garantiza que el mismo barniz se disperse de manera homogénea. El resultado es mucho más hermoso, mucho más definido. Y por lo mismo te garantizará un ahorro del barniz.

¿Cuál es el número de lija para quitar barniz de madera?

El proceso de lijado aporta en que los poros de la madera, permitiendo que esta misma absorba adecuadamente el efecto del barniz. Es fundamental a su vez que antes de barnizar y una vez concretado el proceso de lijado, se limpie la superficie, eliminando el polvo de la madera siempre empleando la mascarilla adecuada para lijar.

Cómo lijar antes de barnizar

En el proceso de lijado es muy importante que el lijado se siga en una misma dirección. Mantener una misma dirección permitirá que la superficie mantenga una calidad suave. Lo ideal sería lijar de acuerdo a las mismas vetas de la madera, que para recordar, es la marca que establece el crecimiento del árbol.

Respetar la dirección de las vetas, favorece a que la calidad de la superficie sea óptima. Además, el proceso de lijado será menos exigente. La meta durante el proceso previo de lijar, es pulir cualquier rugosidad o aspereza.

Es importante además, que para ir eliminando el polvo, se utilice un trapo húmedo, desvaneciendo así el polvo. Se necesita de paciencia e ir probando con tus dedos, sobre el resultado que va adquiriendo la superficie para que logres estimar que se encuentra apta para recibir la capa del barniz.

Generalmente, podrás estar convencido de que la superficie esté bien lijada cuando tus dedos no experimenten interrupciones durante el viaje de un punto a otro sobre la madera. Si logras percibir que tus dedos se detienen es porque esa zona en específica necesita ser lijada para desvanecer la aspereza.

Otra opción para eliminar el polvo y los residuos es el uso de una brocha.