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Existen razones de sobre para lijar una madera y bien lo saben nuestros carpinteros. Aunque principalmente, la razón de lijar tiene que ver con permitir una superficie impecable, que sea sinónimo de elegancia

Entre otras de las razones que existen, se habla de que el lijado permite eliminar defectos de la madera y ayudar a obtener un mejor barniz. También, si se siguen las técnicas adecuadas, se puede lograr un efecto rústico o envejecido.

¿Qué es el lijado de la madera?

El lijado permite transformar una superficie totalmente áspera, en una más delicada, agradable al tacto y a la vista. El lijado de madera suele hacerse de manera manual en la mayoría de los casos. Sin embargo, dadas las tecnologías actuales, también se acude al uso de herramientas eléctricas. Un buen lijado de madera parte de la elección del tipo de lija a utilizar.

Se debe conocer el tipo de madera a elegir y pensar en el resultado que se espera. El lijado de madera, a medida que se va realizando, libera diminutas partículas de este mismo material. El efecto de la lija va desgastando la superficie, deteriorando su resistencia, hasta convertirla en una superficie suave.

¿Por qué se debe lijar la madera?

Una superficie de madera que no ha sido lijada nos deja a la vista al mismo tronco de un árbol. Incluso en los aserraderos durante el proceso de obtención de la madera, existen herramientas de corte y lijas industriales cuya labor es darle una mejor presentación a la madera. Si no existiesen esos equipos, los carpinteros aficionados tendrían que partir desde cero.

Y eso implicaría, que tuviese que extraer las tablas directamente desde el árbol. Por cuestiones de comercialización de madera, precisamente es necesario que las tablas posean una superficie considerablemente suave. El proceso de lijado que se le otorgará más tarde, aportará a su belleza.

Para que se lija la madera y porqué se debe hacer

Pero además de eso, cuando un carpintero trabaja con superficies lijadas, el proceso será mucho más rápido y sencillo. Imagina por ejemplo, que un carpintero ensambla una mesa sin lijarla previamente. Entonces el proceso de pulir sus bordes y su superficie será mucho más complejo, restándole belleza al producto.

Finalmente, el no lijar bien una superficie de madera, no permitirá que el proceso de pintado o barnizado sea más sencillo o que garantice un resultado elegante.

¿Cómo se debe lijar la madera para barnizar o pintar?

Lo que principalmente se necesita saber antes de iniciar un proceso de lijado, es identificar qué lija usar. Y esto solo se define teniendo en cuenta el tipo de madera a lijar. Si la madera es de gran resistencia, entonces lo mejor es iniciar con un proceso de pulido con una herramienta eléctrica de lijado. Esto acelerará el proceso.

De hecho, entre otras herramientas de lijado, que no necesariamente funcionan con cartón de lija, se habla de los cepillos de madera, las fresas de madera y los utensilios de tallado. Gracias a estas herramientas, se puede continuar con un proceso de lijado menos invasivo, preparando el terreno para un lijado más delicado.

Generalmente, el uso de herramientas eléctricas facilita el proceso, pero a su vez deja superficies irregulares.

Más adelante, cuando se ha logrado llegar a un estado avanzado de lijado, se recomienda cambiar a las lijas manuales, para así realizar un proceso más esmerado. Al final, se usará el tipo de lija más suave para darle la belleza final al producto. Es decir, se trata de un proceso de lijado que se va completando por capas.

Un buen carpintero, ya sea profesional o aficionado, realiza la labor de lijado a medida que observa y palpa la superficie de la madera. Prácticamente es una labor artesanal, donde va midiendo los resultados de su dedicación. Así, va reconociendo si el proceso de lijado se adapta a lo que se espera de la obra.

De esta manera, la superficie obtendrá el liso adecuado para que a la hora de barnizar o pintar, el líquido podrá ser esparcido de manera homogénea.